domingo, 1 de abril de 2012

segundo día de trabajo, Andrea´s house, Papamoa.


Segundo día de trabajo.

Llegamos temprano como siempre, para desayunar ahí, ya que te dan café y te gratis (y estamos mas rascas que nunca) y aparte te aseguras marcar huella temprano. Para hacerse una imagen, nos levantamos y siempre hace un poco de frio, la casa esta en silencio y oscura pero prendemos todo. Nos vestimos, nos lavamos los dientes, agarramos las cosas del almuerzo (lo dejamos hecho la noche anterior y lo llevamos en tres tuppers de helado enormes, si nos vieran!) y salimos en el auto. Hoy fuimos cantando Buena suerte y hasta luego de Calamaro, Better de Regina y Paradise de Coldplay que es nuestro acompañamiento constante (es la primer canción con que suena mi mp3 que no se puede cambiar ni poner random jaja)

Nos lleva 10 minutos llegar hasta Seeka Oakside y en el camino cruzamos Te Puke, el pueblo de la muerte. Estacionamos siempre lejos ya que Chestu tiene como una necesidad de hacernos caminar. Entramos a la empresa y pasamos por un pasillo lleno de lockers donde dejamos las cosas del almuerzo, por él llegamos al comedor, marcamos tarjeta y desayunamos galletitas o cereales con el café de la máquina. A las 8 menos cinco guardamos los bolsos en el locker con candado, entramos a la sección de pack, nos lavamos obligatoriamente las manos en unos lavadores enormes de donde sale agua caliente y donde se acumula la gente cual ganado, nos ponemos gorritas (onda de baño pero mas babosas, ddddd), delantales, y a trabajar.

Primero nos organizan un poco y al rato de empezar el trabajo nos van cambiando de lugar según les pinta. Muchas veces es un alivio ya que es realmente aburrido estar haciendo lo mismo durante tantas horas. Es una demencia la cantidad de kiwis que pasa por nuestras manos, la velocidad a la que va todo.

La fábrica es enorme y está dividida en secciones, nosotras estamos en la línea 2, esto define los horarios, el lugar y la gente con la que trabajas. Dentro de la misma línea hay subdivisiones casuales y no tanto. Siempre se agrupan los indios por un lado e igual las supervisoras los separan ya que les ponen trabajos más simples por ser mayores y muchas veces más lentos y menos entendedores del idioma. También están las chinas que se nota trabajan hace años y se agrupan pero a veces las separan para que nos ayuden a los más nuevos. Por ultimo estamos los latinos que hacemos el trabajo rápido y agotador, charlamos entre nosotros y bueno, no la pasamos tan mal pero ha habido unos estreses feroces. Demenciales.

Hoy me cambiaron de lugar y me pusieron frente a un indio. Tapado con sus pañuelos el olor a sobi cruzaba los kiwis y me asfixiaba. Pensé que no me iba a hablar porque casi nunca hablan, pero me pregunto mi nombre y de donde era, le conteste y le pregunte el suyo. Esperando que me siga preguntando las clásicas interrogantes, me sorprende con un: Are you happy?
Pa, me mato. Me salió del alma una sonrisa, no solo como respuesta, sino como reacción a una pregunta tan simple y alucinante departe de un indio que poco hablaba en ingles. Yessssss, le dije, siiii! I am. And you? Very happy.

Se llama Parmajit. Me memoricé el nombre gracias al tiempo que nos sobra para pensar. El cerebro maquina y maquina, y hay tiempo para ponerse serio y divagante. Hoy divagué tanto que me acordaba el nombre del hombre indio por Parmesano y Hit, obviamente que es con h pero para mi pasó a ser con J y me imaginaba si un hit que hable del queso parmesano podría tener éxito en Uruguay. Creo que llegue a la conclusión de que hoy en día todo puede ser, y hasta empecé a escribir el futuro éxito del parmesano.

Las cosas que se te pasan por la cabeza empaquetando kiwis son taaaantas…

(está pasando el tren por la ventana, qué divino)

No hay comentarios:

Publicar un comentario