jueves, 8 de septiembre de 2016

Bondi Beach

Australia.
Viernes 9 de Septiembre.

Hoy el el primer amanecer en Australia, se está despejando y el sol empieza a anularme la vista alucinante que tengo desde la terraza del hostel - Un barrio sobre la playa pintoresca en extremo. Mucho verde, casas lindas, balneario moderno.


El viaje fue largo y admito que al subir al avión me surgieron cosas extrañas. Más allá de las encrucijadas existenciales estuvo perfecto, pudimos dormir bien, mirar películas y la comida estuvo deli (Ravioles de queso con salsa de tomate / sandwich de espinaca, queso y tomate y los desayunos y meriendas clásicos).

Cuando pasamos por Auckland tuve ganas de salir del aeropuerto y perderme un rato en ese tremendo país!!! Pero al llegar a Sydney no dejé de encontrarle cosas en común, esas cosas que se encuentran siempre en países vecinos. 

Una vez en Australia nos compramos una tarjeta de ómnibus de línea y la cargamos con 20 AUD, salimos con nuestros bártulos y esperamos a que pasara el ómnibus 400 a Bondi Interjuction, que demoró 3 minutos como mucho. El chofer nos indicó que después nos teníamos que tomar el 333 para llegar a la puerta del hostel. La gente del ómnibus variada, como siempre muchísimos simpáticos con caras felices, y dos o tres que te gruñen al pasar porque los molestás con tus valijas. 

Bastante después de lo que pensábamos llegamos a Bondi, nos duchamos y salimos a recorrer la principal. Se trata de una rambla muuuuy linda, lejos del mar, con un espacio de pasto verde reverde entre la calle y la arena. El agua clara, tirando a verde, mucho surfista y mucha gente tranquila. Sobre ésta rambla hay mayormente mini edificios de 3 o 4 pisos, algunos modernos, algunos antiguos pero lindos (Me gustaría ser andrés para definir los estilos!), muchos cafecitos demasiado lindos donde mamá y vale se vuelven loooocas, y algún que otro barcito despampanante. 

Anduvimos por ahí, y ya de tarde nos tiramos a dormir una siesta. Cuando nos levantamos fuimos a un bracito a dos cuadras por la rambla diviino pero resulta que cerraba a las 12 por lo que no pudimos más que tomarnos una cerveza y enterarnos por un hombre con quien charlamos que había habido un toque en vivo a unas cuadras pero ya había terminado. Volvemos a aprender que la noche acá es temprano, ya veremos mañana. 




A charlar un rato al hostel y a dormir. 



Hoy ya es viernes, me desperté demasiado temprano y dejé pasar algunas horas para levantarme (son 7:30 am), en nuestro cuarto siguen durmiendo un chileno, un sueco, un francés y un chico nuevo que no llegamos a preguntarle de dónde viene. Hice un té y me vine a la terraza a escribir. Inecita duerme. 

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