domingo 15 de abril, kiwipackers

Hola! Ayer tuvimos día libre y aspiramos el cuarto. Jaja, al fin. Comimos espinaca con salsa blanca y queso deeeli y nos fuimos a Tauranga al médico, porque a Bel le viene doliendo el cuello, contractura. Le recetaron masajes y algunos relajantes. 


La espera estuvo linda, si, re linda, teníamos enfrente un destrozado por la noche, un wachi de traje, rengo y con la ceja sangrando, y nos entretuvimos con eso, la tele, y revistas rrrrrrre divertidas. Al médico le tomamos prestados unos palitos de madera para revolvernos el café en el trabajo, que siempre es un problema encontrar algo. Él no se enteró. (Y vinieron unos vasitos de plástico de yapa)!


Hoy domingo trabajamos, para variar. No pasó ningún acontecimiento, salvo que a las 7.25 de la mañana, rumbo al trabajo, nos paró la policía y nos multó. Qué rico. Primero que nada parece que Ches estuvo pasando autos por el lado incorrecto y otras cosas que no entendimos bien. Segundo yo iba atrás sin cinturón. Tercero nadie tenía libreta (aunque justo este punto no le importó en lo más mínimo) La cuestión es que Chestu le dio sus datos y a mí me hizo irme a su auto, y así, domingo a las 7 de la mañana, sentadita al lado del policía, le di mi apellido y mi nombre (todavía espero que haya escrito ribas con V corta a ver si no me llega nunca la multa) y por suerte le di un poco de lástima ya que estaba temblando de frío y le conté que pensábamos desayunar en el trabajo y ya nos quedaba poco tiempo, asíque la multa de Chestu que todavía no la había escrito, no nos la puso pero me dijo: "Así pagan la tuya entre las tres!". Como dije, tengo la esperanza de que haya escrito mi apellido mal. 
Ah, me olvidaba, son 150 dólares, el salario de un día y medio. Mueeereee policeman. 
Aclaro, para que mi papá no diga "qué pelotudaaaa", que iba sentadita contra adelante porque el vidrio no nos anda, y está siempre abajo, por lo que entra un frío feroz y mi manera de protegerme fue ir acurrucada en el medio contra adelante, por eso fue inviable que el policía no me viera sin cinturón, y para peor me lo puse cuando escuché la sirena, lo cual no le debe haber gustado mucho. 


Bueno, hoy el trabajo estuvo bien, va, estuvo jodido como siempre pero ya me estoy acostumbrando a verlo como normal. Bel como siempre casi muere un poco. Chestu bueno, está enojadísima con la supervisora porque nos sacó de nuestros "robots". En cuanto la pusieron en la otra máquina me gritaba (no estábamos tan cerca como para charlar pero ella siempre grita igual) "¡¿PEPUU, QUÉ HICE MALL PARA QUE ME SAQUEN, QUÉ HICE MALLLL??!!!" , "naaaaada Chestu" le respondía Bel. Es que las chini también se merecen estar ahí. 


Ahora cuento, a nosotras nos gusta la sección "robots" del trabajo. Son justo tres máquinas que en lugar de tirarte los kiwis en una caja y que tú los acomodes, la máquina misma succiona los kiwis y los pone en su lugar, por lo que cada una recibe una caja con kiwis lista para tapar con nylon y cerrar. El trabajo es el mismo porque las cajas salen más rápido, pero estamos las tres juntas, cerca, con Pen de stacker (los que se llevan las cajas) que muchas veces nos ayuda y encima baila cuando cantamos, y bueno, no sé, es como nuestro rincón. Siempre a alguna se la llevan a mitad del día, generalmente a Bel (como aquella vez que enloqueció) pero esta vez nos sacaron a las tres, capaz estábamos charlando mucho, no creo, porque estábamos al día con las cajas, pero bueno. 


Llegamos y nos hicimos unas pizzas alucinantemente delis, todo casero, y dejamos congeladas para llevarnos los mediodías. Miramos una peli y aquí estamos, acostadas en el cuarto, cada una con su aparato electrónico, va, Bel ya está casi roncando al lado mío. Siempre habla sóla y a mi y a Chestu nos da un poco de miedo, porque como ya conté, si nos reímos se enoja dormida y nos putea. Y encima Chestu cada tanto habla también, y yo estoy en el medio de las dos como en una película de terror. Me tapo toda. 


Pasa el tren, lo escuchamos. Lleva madera. Sshhhh, qué lindooo. 


Me voy a dormir a ver si mañana la paso tan bien como hoy en el trabajo. AH, obviamente volvimos a llorar de la risa en el recreo, como todos los días. Ésta vez porque nos imaginábamos que para vender el auto poníamos fotos en internet de el auto con el gato de Andrea adentro, y después se sumaba Andrea y Jock, cada uno con una pose, bueno, es difícil de explicar, pero realmente es impresionante lo que nos lleva a divagar la mente trabajar ahí.