Hoy, ayer y anteayer trabajamos. Anteayer faltaron los chicos argentinos porque a uno de ellos se le murió el abuelo, pobreciño. Las cordobesas fueron. La cuestión es que vinieron otros stackers. Al principio un negro grandulón, joven, de gorrito onda Rap, mahorí, que después de hablar tres palabras te dabas cuenta que era un pelotudón. De esos que parece una cosa y son otra. Es el hijo de la "Boss", una de las supervisors.
Después vino otro de gorrito para atrás, finito y alto. Locazo, drogadazo. Iba tan al palo q nisiquiera nos dejaba tiempo de apilar las cajas, desesperante, y en cuanto agarró un mínimo de confianza ya hacía bromas de... hey.. waiting here, do you want a tea?? Jaja terminó siendo un shoooow.
Bueno ese día estuvo bien, cansador pero bien.
Ayer y ante ayer mejores todavía. Pusieron música!! De fondo, lejos, no se entendía bien, pero música en fin! Ambiente festivo, iupiii!!! Nos tocaron los robots (o los pedimos) y hubieron momentos de velocidad pero también tranquilos, creo que mas bien estamos aprendiendo a llevarla, a tomárnosla más light. Si no hay música cantamos, como siempre, entre todos o cada uno en la suya. Volvieron las joditas de Pen (arg) de pegarnos etiquetas en la cara, robarnos los kiwis o corrernos el nylon, insoportable pero divertido. Las cordobesas las rompe son unas divis, no paran de putear, en una buena, pero te dicen "hola" y ya agregan un "conchuda" o algo del estilo. Y nos lo están pegando. Viru está media piruchi y no para de fumar y putear, obvio. Agus es una divi, pateadura también pero más tranqui. Graciosa. Está con Pen. El enano.. bueno.. Qué tipo show! Uno de ellos, chiquitito, con una vocecita muy graciosa y una cara de que nada de lo que le digas pueda llegar a importarle. Sin palabras, cada tanto tira una frase matadora que hace que nos matemos de risa. Después está Gonzalo, al principio te cae bien y hasta te parece lindo, después te cae mal, y de a poco lo entrás a conocer, y veremos como resulta.
Hoy de mañana vimos un chico haciendo dedo y lo levantamos. Era Uruguayo, para variar. AAAaa y antes de que me olvide, ayer de noche volviendo del trabajo tuvimos un mini episodio... Atropellamos un algo. Chestu, que venía manejando, entró en un estado de crisis descomunal. Yo sabía que iba a pasar y me tiré atrás en el asiento a llorar de la risa (por Ches no por el pobre bichi), intentando de que Chestu no escuchara para que no entrar más en shock. Bel calmó las aguas y cada tanto agarró el volante. Creo que era una comadreja.
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