De nuevo día libre, desayuno y almuerzo en la casa, tranquilas, al sol.
Un poco de TV antes de salir a la luz, a las montañas, a Papamoa Hills, un lugar salvaje, montañoso y verde. Un lugar para sentarse y pensar, escuchar el pasto, el viento, los árboles. Ver cómo todo se mueve, despacio, rápido, dependiendo del movimiento de la tierra.
Después fuimos cual pijama party con un helado de 2 litros de chocolate y galletitas a la mini-cima de un... No sabemos bien qué era, es un lugar entre casas, como una cuenca pero sin agua, con ovejas, pasto largo y algún otro animal. El fondo de las casas dan a este lugar y muchos tienen escalerita para bajar. Nosotras nos mandamos por el costado de una casa y nos sentamos en un tronco viejo, con nuestro helado en mano y un futuro buen dolor de panza.
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