Cuando aprendemos cosas
que queremos recordar, todos los días.
Cuando escuchamos brindis
que no pueden mejorar, que solo brillan.
Cuando el espíritu por fin
se busca liberar, y al fin camina.
Allí me encuentro con la paz,
con la verdad del que respira.
Allí los pasos que yo doy son sin maldad,
-vida querida.
Allí aunque me equivoque
no voy a tropezar, sin valentía.
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